Una parte importante del
patrimonio aragonés, aunque nos recuerda uno de los capítulos más tristes de
nuestra historia más reciente, se sitúa cerca de Huesca, concretamente en la
localidad oscense de Tierz.
El proyecto “Huellas de la
guerra” finalizó un producto turístico de la Comarca de la Hoya de Huesca
conservando y señalizando un importante legado del patrimonio militar de la
guerra Civil siendo subvencionado por el Instituto Aragonés de Empleo, las corporaciones locales y la Unión Europea.
El lugar
El periodo estable del frente en
el “Cerco de Huesca” permitió la construcción de una compleja línea de
fortificación que comunica longitudinalmente el alto del Saso de las
localidades de Loporzano y Tierz construyendo varios kilómetros de trinchera
con galerías subterráneas.
Si usted se decide a visitar el lugar sepa que podrá ver numerosas estancias cavernarias excavadas y acondicionadas manualmente por los soldados para refugiarse y pasar largas jornadas además de nidos de ametralladora edificados en hormigón que apuntaban a Tierz.
Acompañando los más o menos cuatro kilómetros de trincheras el visitante podrá disfrutar del recorrido pues la línea de trincheras ha sido delimitada con vallas, sacos y escaleras de acceso.
Las mesas explicativas instaladas narran resúmenes de la contienda, y naturalmente aparece la señalización en forma de indicadores.
Rutas
El enclave es privilegiado y posee
un atractivo natural único. La panorámica de la urbe con la silueta del
castillo de Montearagón y los mallos de Salto del Roldán hacen de la
recuperación un indudable acierto turístico.
Además de su encanto los amantes del ciclismo también encontrarán sendas ciclables por la que disfrutar de una buena jornada de ejercicio trufada junto a las magníficas vistas.
La línea de trincheras de
Estrecho Quinto constituía un enclave estratégico inmejorable, una barrera para
la invasión por parte de las columnas miliciana. Desde estas posiciones se
controlaba la carretera de Barbastro-Lérida, uno de los accesos más importantes
a Huesca que ha perdurado hasta hoy día, siendo posible, además, controlar la
localidad de Tierz y la propia ciudad oscense.
El “Cerco de Huesca” o la toma de
la capital por parte del ejército republicano tuvieron éste lugar cómo lugar
uno de los puntos de referencia para la resistencia franquista al comienzo de
la guerra que evitó la rápida toma de la ciudad por parte de los milicianos.
Las fuerzas del POUM controlaban
las localidades vecinas de Tierz, Loporzano y Quicena y serán las que ocuparán
las trincheras y fortificarán la zona construyendo las cuevas y los Bunkers
desde el empuje republicano de Septiembre de 1936.
A finales de año, cuando pasó a ser
zona republicana el coronel Villalba mandó construir el bunker de ametralladora
y el resto de defensas desde las que controlar la carretera.
El frente de Huesca se estabiliza
y durante 20 meses la ciudad resistirá el empuje rebelde hasta el 25 de Marzo
de 1938 cuándo los ejércitos de Franco la liberarán definitivamente.
Personajes célebres
Las trincheras fueron visitadas en Julio de 1937 por el presidente de la Generalidad de Cataluña Lluis Companys i Jover, asimismo, en este escenario combatió el poeta inglés John Conford, quien fallecería en combate en el sur de España y que dejó varios poemas escritos en la línea de trincheras.
No todas las trincheras están restauradas. En algunos tramos aparecen
rótulos dónde se nos avisa que si deseamos introducirnos en alguna galería
parcialmente en ruinas es bajo nuestra propia responsabilidad.
Todavía resta algo de inversión a realizar para acondicionar totalmente la huella de la guerra al suceso histórico.
Los cuatro kilómetros son dos líneas de trincheras y sólo la primera de ellas –si accedemos desde el sendero ciclable- está totalmente restaurada.
Recomendaciones para la visita
Recuerde también llevar agua y algo de abrigo si realiza la visita en invierno pues recorrer a pie la línea de trincheras lleva unos 50 minutos, algunos más si se realiza el recorrido del saso a lo ancho empezando desde el sendero que aproxima a la antena situada en la parte derecha para el que sube.
Si se desea visitar directamente la línea de trincheras es recomendable ascender el saso desde abajo, en la senda ciclable que desvía hacia la izquierda y que señala la ruta de las trincheras en lugar de seguir de frente, dónde se llega a la explanada que da inicio a la ruta.
WEBGRAFÍA
Cómo llegar
Puede acceder directamente a la línea de trincheras y a la cruz desde la N-240 dejando su vehículo en el lugar mostrado en la fotografía posterior.
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