" con la quilla en lo alto
un galeón
varado en el herbazal"
Fernando Andú
La iglesia de San
Juan Bautista de Busa hay que ubicarla cronológicamente durante la etapa del
“segundo mozárabe”, allá por los años 960 y 1000, momento en que una cuadrilla
de artesanos del país que conocían el arte musulmán oscense y el de los
carolingios, recorría estos parajes en busca de un patrocinio par su oficio,
muy en la línea de lo dicho en 1935 por
Rafael Sánchez Ventura refiriéndose a este grupo de iglesias de la margen
izquierda del Gállego: “parecen traducir estas iglesias un mozárabe mal interpretado
y peor conocido, de principios perdidos y lejanos, algo así como un sentido
tradicional sin modelos directos”; no obstante, otras fuentes arrastran su
fecha de construcción un siglo más allá, citando que fue mandada levantar por
Ramón Guillén entre 1060 y 1070.
Se da como prácticamente seguro que debió tratarse de la
parroquial de un pueblo desaparecido. Parece lógico pensar, que el trabajo de
la piedra (flysch eocénico, muy
abundante en la región y fácil de trabajar) estaba reservado al edificio mayor
–la iglesia- cuando el resto de edificaciones estarían levantadas en tapial y
pobre sillarejo, en el mejor de los casos. Siendo esta la razón por la que no
encontramos restos de ningún poblamiento, tesis que puede verse apoyada por el
paso de un pequeño curso fluvial que abastecería al mismo.
Trífora, emblema de Amigos de Serrablo |
Con todo, su estilo
constructivo se corresponde al típico de las iglesias mozárabes que hallamos en
el Gállego, una pequeña nave rectangular rematada en un ábside semicircular,
ventanas semicirculares y de herradura, puerta o portada de arco de herradura
(situada en el hastial meridional), tejado de madera a dos aguas y ábside
decorado con friso de baquetones y arcadas murales ciegas, con un presbiterio
atrofiado muy marcado al exterior.
Es sin duda una de
las más emblemáticas del círculo larredense, entre otras cosas por sus
deficiencias constructivas, que le dan una cierta idiosincrasia en su volumen
solitario. Fue construida seguramente por algún discípulo del maestro de
Lárrede, pero sin la misma formación técnica, pues no se atrevió a cerrar la
nave con bóveda de cañón ni el ábside con un cuarto de esfera o bóveda de
horno.
Proa de barco
Tales indecisiones constructivas llevó a un tardío y grosero
recrecimiento del ábside para adaptarse a la cubierta más ligera a doble
vertiente, lo que le imprime una característica figura de buque varado o de una
enorme proa amenazante en el prado alpino.
moldura tórica |
Otra carencia de
forma que le aleja del modelo más “puro” serrablés es la falta de una esbelta
torre-campanario; algo que probablemente tampoco intento realizar en vistas de
los problemas constructivos que se iban acumulando.
No se puede pasar por
alto, en el muro occidental, una preciosa ventana ajimezada con tres arquillos
de herradura, que constituye el emblema de Amigos de Serrablo. Preciosa ventana
rehundida de tres vanos (trifora) formada a base de dos columnillas
cilíndricas, del tipo que aparece en otros templos del Gállego. También en este hastial oeste hubo una
portada, algo descentrada al norte, pero que fue cegada con ocasión de la
restauración de la iglesia.
friso de baquetones y arcuaciones ciegas |
Portada ajimezada con decoración vegetal
La puerta principal de ingreso a la nave, en el muro
meridional, presenta un alfiz que enmarca un arco de medio punto que a su vez
lo hace con otro de herradura (falsa herradura). Dos arquivoltas a base de
dovelas, siendo la superior la más interesante y la que más literatura ha hecho
correr, por su decoración con palmetas vegetales.
Según Enriquez de
Salamanca, es una inscripción en caracteres cúficos que reza: “No hay (otro)
dios que Dios”. A nuestro entender esta interpretación no parece muy verosímil,
y más parece un intento banal por subrayar el mozarabismo de estas iglesias.
Otros han querido ver un mensaje de tipo astronómico, según el cual se estaría
indicando la conjunción de los planetas que se produjo el día del nacimiento de
Cristo.
Lo más verosímil
sería emparentar estas sumarias formas vegetales a las palmetas jaquesas, tanto
más curiosas cuanto que son el único ejemplo conocido de intención escultórica
en este grupo de iglesias de la margen izquierda del río Gallego.
dobles columnas, con el arrranque de los arcos fajones
libro de visitas
Al interior destacar las dobles columnas, que en la parte inferior de su recorrido acaban como una sola apoyándose en una losa que ejerce como basa. Se apunta, también, el inicio de los arcos fajones que debían conformar una bóveda de cañón, pero que finalmente quedó en una techumbre de madera.
Al interior destacar las dobles columnas, que en la parte inferior de su recorrido acaban como una sola apoyándose en una losa que ejerce como basa. Se apunta, también, el inicio de los arcos fajones que debían conformar una bóveda de cañón, pero que finalmente quedó en una techumbre de madera.
Iglesia de San Juan Bautista
de Busa que corría el riesgo de ruina total desde la Guerra Civil, fue
reconstruida meritoriamente por la Asociación de Amigos de Serrablo en 1977;
resaltar que podemos encontrar otros ejemplos de arte serrablés muy cercanos,
como es el caso de las iglesias de Oliván, Lárrede, Satué u Oros Bajo. Todas ellas monumentos
excepcionales, pudiéndose disfrutar de
su visita en muy escasas horas.
su aspecto de dinosaurio |