Ya no quedan edificios con estas características en todo Aragón, "el control" tiene un valor histórico importante.
Antonio Comps
Qué demonios es ese edificio de ladrillo
junto a la carretera?
Junto a la N - 240 y cerca de la antigua estación de Castejón del Puente se levanta, entre la maleza y los arbustos, un singular edificio de tres plantas con ladrillo cara vista rojo que cuenta en uno de sus extremos con una torre vigía. El conjunto se encuentra levantado sobre el suelo sobre arcos de ladrillo y tiene gran valor histórico ya que setenta años atrás jugó un decisivo papel estratégico.
Todos los vecinos de Castejón lo conocen como “el Control” haciendo así alusión a la función que tuvo durante la Guerra Civil el puesto de vigilancia y vivienda de los soldados republicanos encargados del control del aeródromo de la localidad, desde donde despegaban los aviones tricolores para combatir en los cielos del frente de Aragón.
Desde el aeródromo de este lugar despegaron numerosas escuadrillas para realizar ataques sobre la ciudad asediada de Huesca.
Su misión de divisar los cielos altoaragoneses en presencia de la aviación enemiga la cumplió a la perfección dado que el aeródromo de Castejón, construido en sus inmediaciones, nunca fue descubierto por la aviación franquista que lo buscó desesperadamente por la zona.
Un enclave militar único
Por su situación geográfica Castejón del puente acogió un aeródromo militar durante la guerra que se construyó en el Sur de su población -partida del Saso- para mantener el frente de la localidad.
Este recinto quedó habilitado entre septiembre y octubre de 1936 y fue utilizado por una unidad de cazas soviéticos.
El papel estratégico de esta localidad fue decisivo durante el periodo bélico y se debe precisamente al aerodromo.
Antes
de acabar la guerra civil cayó en manos del bando nacional siendo
utilizado para repostaje de los aviones que partían del sur, durante la
batalla de la "Balsa de Bielsa" para bombardear a la 43ª división, último reducto del bando republicano en
el Pirineo Aragonés.
Aunque hay alguna que otra torre de control que se mantiene más o menos en pie, como la de Berdún, la de Castejón es una edificación única en Aragón.
La aviación republicana era conocida como "La Gloriosa".
Antes de que este aeródromo se construyese, se habilitó una pista de aterrizaje en las cercanías del cuartel de Barbastro.
Posiblemente por esta razón este aeródromo era conocido como el Campo de Aviación de Barbastro y con tal nombre se le conoció durante la Guerra, también se confunde con el de Castejón de Monegros y con el cercano de Selgua.
Las estrategias de ambos bandos eran totalmente dispares, mientras los rebeldes disponían de sólo dos pistas aéreas en la provincia -Berdún y Huesca- la aviación del gobierno dispuso una red de campos y aeródromos, sobre todo en la zona sur, más abierta, que hizo muy compleja la distinción de los falsos y los verdaderos.
Los primeros -señuelos- solían tener una pista sin acondicionar sobre la que se colocaban aviones de madera, con el fin de que los fascistas descargaran sus bombas inútilmente.
Destaca el de Barbastro, tan desconocido que los pilotos italianos cuando fueron a bombardearlo, al no encontrarlo decidieron descargar todas las bombas sobre la ciudad. Lo hallaron en el momento del avance y la rotura del Frente en 1938 y le vieron tantas ventajas que decidieron seguir utilizándolo.
Las tropas del gobierno idearon una de los mejores cebos posibles en período bélico, colocar un aeródromo falso en Selgua bien fortificado para darle visos reales y una segunda fortificación en Aguaderas -recientemente rehabilitada- junto al pueblo de Castejón. Allí los aviones atacantes recibían abundante fuego con lo que creían cumplir su misión.
Los aparatos que operaban en este aeródromo eran cazas: chatos primero y moscas después, de fabricación soviética, su misión: acompañar a los bombarderos y, sobre todo, repeler los ataques enemigos.
Probablemente hubo más pilotos soviéticos que españoles y todos tuvieron su acuartelamiento lejos del Campo, cerca de la carretera Barbastro-Monzón al sur del casco urbano.
El cuartelillo se conserva perfectamente con una torreta para vigilancia y sirena de alarma, la planta baja en alto para evitar humedades y enfrente un refugio tapado hoy por un vertido de ruedas viejas.
Aunque hay alguna que otra torre de control que se mantiene más o menos en pie, como la de Berdún, la de Castejón es una edificación única en Aragón.
El aeródromo de Castejón del puente,
la aviación republicana
La aviación republicana era conocida como "La Gloriosa".
Antes de que este aeródromo se construyese, se habilitó una pista de aterrizaje en las cercanías del cuartel de Barbastro.
Posiblemente por esta razón este aeródromo era conocido como el Campo de Aviación de Barbastro y con tal nombre se le conoció durante la Guerra, también se confunde con el de Castejón de Monegros y con el cercano de Selgua.
Las estrategias de ambos bandos eran totalmente dispares, mientras los rebeldes disponían de sólo dos pistas aéreas en la provincia -Berdún y Huesca- la aviación del gobierno dispuso una red de campos y aeródromos, sobre todo en la zona sur, más abierta, que hizo muy compleja la distinción de los falsos y los verdaderos.
Los primeros -señuelos- solían tener una pista sin acondicionar sobre la que se colocaban aviones de madera, con el fin de que los fascistas descargaran sus bombas inútilmente.
Destaca el de Barbastro, tan desconocido que los pilotos italianos cuando fueron a bombardearlo, al no encontrarlo decidieron descargar todas las bombas sobre la ciudad. Lo hallaron en el momento del avance y la rotura del Frente en 1938 y le vieron tantas ventajas que decidieron seguir utilizándolo.
Las tropas del gobierno idearon una de los mejores cebos posibles en período bélico, colocar un aeródromo falso en Selgua bien fortificado para darle visos reales y una segunda fortificación en Aguaderas -recientemente rehabilitada- junto al pueblo de Castejón. Allí los aviones atacantes recibían abundante fuego con lo que creían cumplir su misión.
Los aparatos que operaban en este aeródromo eran cazas: chatos primero y moscas después, de fabricación soviética, su misión: acompañar a los bombarderos y, sobre todo, repeler los ataques enemigos.
Probablemente hubo más pilotos soviéticos que españoles y todos tuvieron su acuartelamiento lejos del Campo, cerca de la carretera Barbastro-Monzón al sur del casco urbano.
El cuartelillo se conserva perfectamente con una torreta para vigilancia y sirena de alarma, la planta baja en alto para evitar humedades y enfrente un refugio tapado hoy por un vertido de ruedas viejas.
Aviones soviéticos
Historias de la guerra:
Apoyo aéreo en Santa Quiteria
En aquel momento la aviación republicana en el frente de Aragón estaba compuesta por dos escuadrillas del I-15 del grupo de Andrés-García Lacalle, una de ellas al mando de Roberto Santamaría y la otra al mando del ruso Kosakov, que operaron primero desde el aeródromo de Balaguer y luego desde el de Castejón del Puente.
Los I-15, denominados chatos, tenían una calidad y potencia de fuego muy superiores a los Heinkel 51 de los nacionales.
La madrugada del 12 al 13 de Abril de 1937, en plena ofensiva republicana intentando reconquistar la posición de Santa Quiteria en tardienta, las fuerzas republicanas eran masacradas por los Heinkel 51 de la aviación nacional. Contaban 50 muertos y 200 heridos según parte remitido por el cuartel general de Sariñena al estado mayor del Ministerio de Defensa.
Según Juan Comas Borrás, piloto de una de las escuadrillas, cuando los cazas republicanos recibieron la orden de barrer a los Heinkel empezó a rodar el primer avión y cuando iniciaba el despegue comenzó a trepidarle el motor iniciándose un pequeño conato de incendio.
Al segundo avión le pasó lo mismo, repitiéndose el caso en un tercero.
Kosakov abortó la operación y mandó revisar los motores.
Finalmente
se declararon aptos para el vuelo, sin embargo ese tiempo impidió
defender Santa Quiteria y los republicanos jamás volvieron a tener el
control de la ermita de Tardienta.
En la actualidad
Tras la contienda civil esta propiedad privada ha tenido distintos
usos, el último la vivienda de un vecino de Castejón fallecido más o menos en el año 2009.
A pesar de servir como morada de inquilinos, “el Control”
no posee unas buenas condiciones estructurales.
El paso del tiempo y la
ausencia de reformas está haciendo mella sobre este edificio que tiene
gran singularidad por su valor patrimonial e histórico.
Los restos de aquel aeródromo los podemos ver en su torre, a pie de carretera, aunque su estado de abandono es considerable, siendo posible visitar su descuidado -y quemado- interior, por supuesto siempre bajo nuestra propia responsabilidad.
En la primera planta encontramos las antiguas cocinas y el alojamiento de oficiales...
mientras que en la segunda encontramos una sala diáfana que servía de centro de control y gestión del aeródromo...
La pista era una 30/12 aunque hoy es un campo de cultivo y únicamente queda el edificio torre de control del aeródromo.
Las palomeras
Subiendo a lo más alto de la torre encontramos unas grapas metálicas en la pared que permiten subir a lo más alto del lugar.
En la ascensión aparecen zonas en las que podrían haber residido aves, palomas mensajeras con utilidad en la guerra.
Sensaciones
Cuando se visita el lugar, vienen a la mente muchas sensaciones, entre ellas sin lugar a dudas aparece el sentimiento de muerte y asfixia, de lugar anclado en la historia y ahora parcialmente olvidado.
Fue la guerra y éstas son sus huellas, repletas de historias tristes muchas de ellas, sin duda.
Cómo llegar
A la altura de Castejón del Puente abandonamos la autovía A-22 dirección Fraga-Castejón del Puente, y, no muchos metros recorridos viramos en el primer desvío situado a la derecha donde se vislumbra un edificio construido en ladrillo y en claro estado de abandono.
Ver mapa más grande
Bibliografía
- El aeródromo de castejón del puente y la aviación republicana [Consulta: 18 de Diciembre de 2013]
- Noticias Ronda del Somontano [Consulta: 18 de Diciembre de 2013]
