Al refugio de la
falda sur de la montaña de Santa Orosia, el poblado de Isún levanta su
parroquia a Santa María, a la que podremos llegar tras atravesar, por vía comarcal, Sardas y antes desde la N 330 a
la altura de la circunvalación de Sabiñánigo.
Al igual que otras iglesias de su tipo, que fueron
construidas entre los años 940 y 1100, posee toda una serie de rasgos comunes
que aglutinan diversas influencias. De hecho, lo más probable es que fuera
levantada en dos fases diferenciadas. Una primera, a la que correspondería el
ábside, en torno al 1060, y una segunda, para una pequeña nave sin apenas
decoración que se adscribe a la tipología de un románico más pleno, pero
siguiendo el estilo románico jaqués. Nave que se cubriría con una bóveda de
medio cañón, pero que desapareció tras la Guerra Civil, al igual que ocurrirá
con el arco de medio punto del presbiterio y con la bóveda de horno original
para el ábside, pero que fue recuperada con su restauración.