jueves, 14 de agosto de 2014

CASTILLOS I : Castillo-abadía de Montearagón, el diamante oscense por pulir


"Sus piedras, a veces, aparecen entre una neblina que nos hace recordar un castillo de ensueño. En tardes de tormenta se dibuja en el horizonte resaltando sus amazacotadas moles pétreas...en los atardeceres de verano se aleja de nosotros en esas mesetas recortadas que circundan la Hoya de Huesca...y en los primeros rayos de sol, se proyecta su sombra sobre la ciudad diciendo palabras recias de honor, de hidalguía y de nobleza"

Antonio Ciprés Susín

 Fortalezas en la Hoya de Huesca                         


La provincia de Huesca reune uno de los más ricos conjuntos de la arquitectura castrense de Europa, la conocida como Ruta de los castillos recorre los enclaves de Santa Eulalia, Almudévar o Huesca.





 Una bonita silueta en el cielo oscente                       



"Es sugestiva la silueta tambaleante del castillo-abadía de Montearagón, que emerge, sobre hosca colina, del mar de oro viejo de los trigales recién segados a muy pocos kilómetros de Huesca, en las cercanías de Estrecho Quinto. Se resiste valerosamente, en solitario esfuerzo, a caerse del todo, a desaparecer."
Antonio Durán Gudiol


El Castillo de Montearagón es uno de los castillos más importantes de España, su silueta o perfil recortado domina el horizonte más cercano a la ciudad de Huesca.

Éste lugar es uno de los lugares más conocidos y emblemáticos de Huesca. Su sombra, junto a la de la Sierra de Guara, es visible desde muchos puntos de la ciudad pero también desde muchos puntos de la provincia, acompañando al viajero en su camino.







 ¿Por qué un castillo?...                         

                                  ...¿por qué aquí


Este lugar fue mandado construir por el rey Sancho Ramírez en el S.XI -el año 1086- sobre un cerro, colina o altizano de unos 90 por 55 metros sobre tierra aún islámica como punta de lanza para el asedio de la plaza musulmana de Wasqa (Huesca), una conquista que no tuvo lugar hasta 10 años más tarde.

En esta fortaleza desde el año 1080 hasta el 1096 se efectúan varias ampliaciones para dar cobijo tanto a un doble amurallamiento como a una pequeña población que cobijará a un número cada vez mayor de fuerzas militares.

El sitio elegido para levantar el castillo es de un gran valor estratégico pues desde allí se controla la Hoya y la vieja vía que asciende por el Estrecho de Quinto.




El nombre se debe a una altura situada hacia la parte noroccidental a unos dos kilómetros del castillo.

Aragón viene de "ARA", altura, por lo que "Montearagón" significa "monte alto".




   Montearagón, el vigia herido                                                 

                        Castillo y Monasterio      


Con Huesca conquistada las fronteras del reino se trasladan en dirección a Zaragoza, así que el castillo pierde valor estratégico. Al perder valor militar los edificios e infraestructura serán utilizados para instalar un monasterio heredero del que en época visigótica floreció en Asán (Santa Eulalia la Mayor) puesto que los reyes aragoneses fomentaron la vida monástica en aquellos sitios dónde existió previamente.  

Así pues, tras cumplir con su función militar se convirtió en monasterio al albergar la comunidad de canónigos regulares de San Agustín, procedentes de Loarre en 1097 por expreso deseo de Pedro I.

Su origen pues es una mezcla entre los objetivos iniciales militares y la vida monástica que se mantuvo durante siete siglos, hasta la desamortización de Mendizábal en 1835. 





  El abadiado de Montearagón                     


Ciento cuatro iglesias, sus canónigos señores temporales de una treintena de pueblos, más de cuarenta mil ducados de rentas... 

Este edificio llegó a ser durante el medievo la abadía más rica y poderosa de Aragón. La predilección real por la abadía montearagonesa se materializó en su espléndida dotación por parte de Sancho Ramírez y Pedro I que le asignaron extensos dominios en los reinos de Aragón y Navarra. Durante muchos siglos, Montearagón fue el organismo eclesiástico más rico y poderoso del país.




También por designios del monarca, en sus aledaños se construyó la villa de Montearagón que en su primer uso y función alojaba los ejércitos del rey, situaba así Sancho I todo este baluarte cristiano cerca de Huesca.




La abadía de Montearagón fue siempre libre de toda jurisicción eclesiástica y civil, sujeta inmediatamente a la Santa Sede por la bula papal Justa fidelium fechada en Roma el 1 de Julio de 1089, el feudo poseía más de cien parroquias en Aragón y Navarra y el abad y canónigos eran señores temporales de unos veintiocho pueblos.

Hay más, el año 1175, el papa Clemente V otorgó a sus abades, muchos de ellos hijos de los reyes de Aragón, el privilegio del uso de la mitra. 

El declive dio inicio con la creación de los obispados de Jaca y Barbastro por Felipe II, aun así mantuvo su actividad monástica hasta 1835. 




En 1571 el papa Pio desmembra la abadía para destinar la renta a otros organismos lo que supone la pérdida del 83,3% de su riqueza.

En él destaca la torre albarrana, que está unida al resto de la fortificación por un arcada. También sobresale la Capilla Real, restaurada iglesia de Jesús Nazareno, adosada a la torre del homenaje con funciones de campanario. En la que fue la iglesia de Santa María Baixo Terra reposaron los restos de Alfonso I el Batallador hasta su traslado a San Pedro el Viejo de Huesca con la Desamortización. 





 Vida diaria                   


Dentro del recinto convivieron eclesiásticos, labradores y gentes de armas.

Los eclesiásticos se ocupaban de la administración de la abadía fundada en su interior para regir la iglesia dedicada a Jesús Nazareno.




Los pobladores cristianos simultaneaban sus custodia con la agricultura y la ganadería mientras las gentes de armas aseguraban su defensa y mantenimiento. 


 

 La guerra civil                       


"...el año 1939 no había fantasmas, pero sí muertos sin enterrar...el baluarte, todavía humeante... granadas de mano sin explosionar, cascos de guerra, bayonetas extranjeras y fusiles...había vestigios de que hubiera existido vida estable durante un tiempo y en su salida precipitada, los habitantes se hubieran olvidado de cosas personales, menaje y otros enseres aparte..."


Antonio Ciprés Susín

De todo el conjunto de restos que quedan en lo que fue la posición del Castillo de Montearagón, el mejor conservado es el fortín circular descubierto y la entrada al pasadizo, aunque ésta está casi oculta por la vegetación.




En las alturas de Corona Figueras (716 – 4672) y Montearagón (cota 644), hay restos de trincheras, pero muy colmatadas de erosión.




El castillo fue defendido por los Voluntarios de Santiago y soldados del Galicia 19 que cedieron la posición a los Guardias de Asalto, de guarnición en Fornillos, el 30 de septiembre de 1936. 

El asedio franquista duró desde el día 1 al 30 de Septiembre y, como cuenta un superviviente del mismo natural de Ricla en carta enviada a Quicena, los militares recibieron la siguiente comunicación "Con la salida del primer rayo de sol los supervivientes deberán estar preparados cerca del río y cuando escuchen una salva deberán salir corriendo hacia Huesca”. 

El aislamiento terminaba pero la salida no iba a ser nada fácil pues tuvieron que llegar a la capital al galope, entre las explosiones de las bombas de mano. Antonio López, cuenta que llegó a la capital con el cuerpo herido de uno de sus amigos de Alfamén a sus espaldas.

Como gran curiosidad, mencionar que las comunicaciones de los soldados republicanos con la capital oscense se producían mediante un sistema de destellos de luces que recibían en la catedral de Huesca.

En un principio el entorno formaba parte de la posición defensiva nacionalista de Estrecho Quinto. Ésta estaba formada por Loporzano, alturas de Tierz y el mencionado Castillo de Montearagón.






 Los tesoros                                


Desde que Sancho Ramírez entrega el castillo a los Agustinos hasta 1835, momento de la desamortización, el lugar fue almacenando tesoros artísticos de todas clases.

  • En la sacristía de San Pedro el Viejo (Huesca) había un bajorrelieve de alabastro procedente de Monte Aragón encuadrado en un marco del siglo XVI. El bajorrelieve era un San Jerónimo desnudo y orando.
  • El retablo gótico del monasterio fue trasladado en 1835 a la catedral de Huesca.
  • Algunos capiteles del claustro románico se conservan en el Museo Provincial.




  • Gran parte de la documentación hoy descansa en el Archivo Histórico Nacional de Madrid.
  • En Monte Aragón se encontraba el sarcófago de Alfonso I el batallador. 



 Es un castillo pero...                          

                    ...¿Qué vamos a ver?  


 Dentro del recinto destacan una serie de lugares como son:


Doble muralla








 
Quedan restos de un muro adicional que rodeaba al castillo en un plano más bajo. Entre ambos muros de unos 20 metros de altura existía un paseo.


Acceso principal


Se trata de un paso en recodo que se realizaba bajo una torre actualmente desaparecida siguiendo un modelo utilizado en las fortalezas musulmanas.




Acceso secundario


La entrada era utilizada por los habitantes del poblado creado al abrigo del castillo para asistir a los oficios religiosos.


 


Torres


Se supone que originalmente hubo unas 10 u 11 torres de unos 30 metros de altura, quedando actualmente restos de algunas de ellas. 




Torre Albarrana



Se trata de un préstamo de las técnicas defensivas musulmanas pues hablamos de torres que se elevan fuera del recinto amurallado al que se unen mediante adarves, puentes o arcos. Está unida al castillo por pasadizo sobre el acceso.


Torre del Homenaje

 
Elemento destacado de la arquitectura militar cristiana acompañado normalmente de una iglesia y un reciento sencillo en los muchos castillos aragoneses del siglo XI.









Torre de las armas


Existían torreones, construcciones más grandes, en ángulo, seguramente desarrolladas en una segunda fase constructiva alrededor del siglo XII que siguen el modelo cristiano. Los sillares de piedra muestran abundantes marcas de cantero.




Torreones


Tipo de alzamientos cuadrangulares entre lienzos cortos inspiradas en las alcazabas musulmanas correspondientes a una primera concepción del castillo en el siglo XI, luego abandonada en favor de otra durante la siguiente centuria.





Palacio abacial


Levantado en tiempos del abad Ponzano (1680-1708), su autoridad se extendía sobre numerosos lugares y parroquias pese a que, desde 1587, la comunidad quedó reducida a un abad y cuatro canónigos.





Capilla Real



Construcción románica consagrada en 1099 bajo la advocación de Jesús Nazareno de una sola nave, ábside semicircular, cubierta de madera y coro con órgano reformada en los siglos XV y XVIII.


 




Cripta de Santa María de Baxo Terra



Fue la iglesia parroquial del pueblo de Montearagón, independiente de la anterior y situada bajo la de la capilla de Jesús el nazareno que contó con la sepultura y túmulo de los reyes dónde reposó Alfonso I el batallador sostenido por doce columnas de piedra, el abad infante Fernando del siglo XIII con imagen abacial de alabastro, una infanta de pocos años ornamentado con un relieve de piedra y los dos abades del siglo XIII. 

Contaba con una sola nave y ábside.

Los despojos mortales de Alfonso I fueron traslados a San Pedro el Viejo junto a los de su hermano Ramiro II el monje.

También Sancho Ramírez estuvo enterrado en la abadía, probablemente en esta cripta, aunque sus restos fueron trasladados a San Juan de la Peña.






 Una panorámica                             






Si deseamos una visita virtual detallada al castillo clic aquí.


 Réquiem por el castillo de Montearagón                                 


"Estoy cerca de cumplir los diez siglos de existencia...Soy casi eterno en esta efimera vida de materialismo del siglo XX...Vosotros no me oiréis, pero pasaréis mientras yo sigo vuestras vidas y me voy carcomiendo en el tiempo"


Antonio Ciprés Susín


El castillo-abadía se encuentra a unos 7 kilómetros al este de la ciudad de Huesca, en lo alto de un cerro y sometido al régimen de vientos, llúvia y contrastes de temperatura de la manera más agresiva posible.

El lugar en el que ubicaron la fortaleza no es muy sólido por lo que se realizaron varios aterrazamientos y obras de cimentación y consolidación. Esta mala calidad del terreno ha influido notablemente. 


 


Construido con diferentes piedras sillares de arenisca se encuentra, además, expuesto a varios agentes agresores como son el agua y la altura.

En 1835 se produce la "Desamortización de Mendizábal" y a partir de allí su progresivo abandono, incendios, saqueos... no encontrándose figura capaz de hacer frente al incendio que sufrieron sus dependencias y que marcó el inicio de una progresivo deterioro que empezaría a verse frenado en 1975 momento en el cual empiezan las primeras campañas de rehabilitación.




El incendio


"Aquella noche terrible en que el monte parecía volcán y cráter el monasterio, ora destacando oscuro sobre la ciudad, cual gigantesca sombra, ora inflamado cual siniestro cometa. Aquella noche terrible en que crujieron de pena e indignación los muros fabricados por los conquistadores de Huesca, asomando las llamas por las ventanas u ondeando cual rojo plumero de un casco sobre las almenadas torres"

José María Cuadrado (1844)

Con la desamortización de Mendizábal en 1835 dio inicio el declive del monasterio, siendo dispersada la comunidad y cerradas las puertas del célebre monasterio.

Poco tiempo después, en 1840, un misterioso incendio devastaba las dependencias monásticas, facilitando al paso del tiempo la labor definitivamente destructora. 






 Asociacion de amigos del Castillo de Montearagón                   


 
"Oscenses: Aquí estoy, soy Historia de España, soy templo de vidas regias, santas, guerreras, de los siglos heróicos de nuestro Reino de Aragón...Yo sigo igual, desde hace muchos años nadie levanta la vista hacia mí; estoy en el olvido en medio de vosotros..."

Antonio Ciprés Susín


Hasta no hace demasiado se echaba en falta una "mano cariñosa" que restañara algunas de las heridas de la fábrica montearagonesa, que se encontraba en completa ruina con sus restros visitables pero maltrechos.

Sigue siendo, eso sí, una pena, pues esta localización bien conservada constituiría uno de los mayores atractivos de Huesca.




 
No todo el mundo se ha olvidado de este inmenso e importante vestigio militar.

Recientemente se ha comenzado un proceso de rehabilitación gracias a la ayuda activa prestada por la asociación ¨Amigos del Castillo de Montearagón".

Dicho organismo, presidido por Manuel Tresaco, intenta mantener este lugar emblematico a través de distintas subvenciones para la recuperación del castillo.

Cada primer domingo de Junio, se celebra el Día de Montearagón, sus muros recobran parte de la vida que tuvieron. Se oficia una misa y se cantan jotas y se degusta vino y dulces conocidos como Piedras de Montearagón "como acción reivindicativa en defensa de la restauración de este ejemplo señero del patrimonio cultural e histórico aragonés" tal como afirma Manuel Tresaco.


 

Según palabras del propio presidente "se ha trabajado en la iglesia y en las paredes del castillo, además de en la cripta". Sin embargo añade "la restauración completa del castillo no se podrá llevar a cabo porque tiene 5.000 metros cuadrados y eso supondría mucho dinero, hay labor para cuatro o cinco años más". 





Monumento histórico artístico


El Castillo de Montearagón fue declarado Monumento Histórico-Artístico mediante Decreto de 3 de julio de 1931. El Boletín Oficial de Aragón del día 20 de junio de 2007 publica la Orden de 29 de mayo de 2007, del Departamento de Educación, Cultura y Deporte, por la que se completa la declaración originaria de Bien de Interés Cultural del Castillo de Montearagón, conforme a la Disposición Transitoria Primera de la Ley 3/1999, 10 de marzo, del Patrimonio Cultural Aragonés, incluyendo la delimitación del bien y su entorno de protección.








 Una historia por aparecer                                            


"Antes de marcharnos definitivamente, una última mirada hacia su perfil recortado contra el cielo, con su silueta serena y sombría, nos lo devuelve con la apariencia de un animal mitológico o un ser mágico que nos contempla paternal y paciente desde su sabiduría milenaria"

M.J. Montesinos

Son muchas las historias sobre Brujas y fantasmas nocturnos que desde tiempo lejano se nombraban en el colegio referentes al castillo de Montearagón.




Una de ellas se refiere a la desamortización, tras ella los frailes y el abad huyeron del castillo descolgándose con cuerdas de sus aposentos. El abad se refugió en Castilsabas y luego en Siétamo, donde murió, apareciéndose después de muerto en la ventana de la casa Lobaco pues allí se conservaron hasta 1936 sus tirantes y su rosario.

 




Sigue sonando extraña la historia de este lugar mágico, en este mismo artículo contada. Fortaleza bastión desde la que se conquistó Huesca a los musulmanes, que desde entonces se convierte en lugar monástico para el rezo y el clero, emblema predilecto por la clase política y militar de la época hasta hacer de él uno de los iconos del reino.

Y de repente, empieza una decadencia clara que culmina con la desamortización y el misterioso incendio. Se desconoce la veracidad de historias imaginarias o de fantasmas, pero está claro que hay algún suceso clave, importante, que inicia la transformación de un centro esplendoroso en una ruina fantasma y del que, obviamente, no tenemos noticia.




Podría ser alguna pequeña historia incluida dentro de esta otra la que lo iniciara todo, discurría 1413 en plena Revuelta del conde de Urgel, a cargo de Jaime II de Urgel contra Fernando I de Aragón por su desacuerdo en el compromiso de Caspe.

Soldados mercenarios ingleses y bearneses al servicio de Antón de Luna atacaron los alrededores de Huesca y se apoderaron del castillo guarneciéndolo bajo las órdenes de Pedro Canales. Pedro de Urrea, al mando de las tropas reales lo recupera con la promesa de dejar con vida a los sitiados. En esta disputa queda destruida la población que se aglutinaba en torno al recinto amurallado.

Actualmente, este lugar también es visita frecuente de parejas buscando soledad a altas horas huyendo de miradas furtivas.







 Un mirador privilegiado                                                  


El antaño sobrio pero majestuoso castillo, continúa siendo un mirador privilegiado de toda la Hoya de Huesca, de la sierra de Guara y del imponente Salto de Roldán, todo esto enmarcado por el telón de fondo de los Pirineos que nos cambia la mirada como si estuviésemos contemplando un precioso lienzo, una pintura muy real.

Lo mejor de un lugar como este, situado sobre una loma, son las vistas y paisajes que se pueden apreciar como visitante. 


Mirador desde el castillo



Santa Eulalia la Mayor, junto a su Atalaya


El Salto de Roldán (Men y Sen)

Pico del Águila



 Cómo llegar                                            


Podremos acceder desde Quicena a través de la carretera N-240 que desde Huesca enlaza con Barbastro, Monzón o Lérida.

Nada más salir de la capital nos desviamos hacia Quicena.
Continuamos entrando en la población por la Calle Única y una vez divisemos el depósito viramos hacia la derecha a la Calle del Molino dónde ya podremos ver el lejano Castillo de Montearagón.



Nos desviamos nuevamente a la derecha tomando la Travesía del castillo de Montearagón, carretera estrecha y asfaltada que nos llevará hasta el cartel que aparece bajo estas líneas, dónde podremos aparcar el vehículo que nos ha traído hasta éste sitio.



Terminamos la pendiente que todavía queda hasta el castillo, hacia adelante, y enseguida podremos visitar la huella. 
 






 Bibliografía                                                  


  • PARDO LANCINA, V. (2002). Montearagón, el vigia herido. Viajar por Aragón, 21, p 78-85 [Consulta: 09 de Julio de 2014] 
  • TOQUERO, A. (2005). Un paseo a la sombra del castillo de Montearagón. Viajar por Aragón, 47, p 30-36 [Consulta: 09 de Julio de 2014]  
  • TOMEO, J. (2006). Montearagón, un castillo para soñar. La magia de viajar por Aragón, 17, p 8-19 [Consulta: 09 de Julio de 2014]